sábado, 27 de junio de 2015

Hoy me vais a permitir que os aconseje una película: "Nuestro último verano en Escocia". En muchas entradas os he comentado lo importante que es el mundo de los niños, su sinceridad, la asombrosa claridad con que interpretan el mundo, su inteligencia para adaptarse a las situaciones de cambio... Pues bien, en esta película se ve estupendamente, además de ser divertida, nos ayuda a integrar de manera serena golpes dolorosos como puede ser el cáncer o la muerte. 
Me alegra ver que no soy la única que valora la mirada de los niños y que intenta aprender cada día un poco de su mundo. Yo lo intenté mostrar a través de las historias de Benjamín, pero me encanta descubrir otras iniciativas que nos pueden aportar tanto a los adultos.
Que la disfrutéis.

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