jueves, 16 de julio de 2015

Después de una larga espera y de un esfuerzo titánico.... ¡He aprobado el examen de inglés! Mi alegría se ha juntado con la incredulidad y he tenido que llamar dos veces a la academia para confirmar que la puntuación que había obtenido era la correcta para conseguir el aprobado. Esto me ha hecho reflexionar en mi poca confianza en mí misma. ¿No me veía merecedora de este logro?

Reconozco que es un patrón que se ha repetido muchas veces en mi vida: esforzarme pero no valorar los éxitos porque son lo que debían ser, guardarlos, escondernos... como si fuera aquel siervo que escondió los talentos por miedo a perderlos y no poder entregar nada a la vuelta de su amo. Pero esta vez no. Esta vez quiero compartir con el mundo lo orgullosa que me siento de mí misma. Hoy me pondré guapa e invitaré a los míos porque, aunque solo es un examen... la vida hay que celebrarla¡¡.

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